«Niños gritones no serán tolerados» reza una hoja de papel a manera de anuncio a la entrada del restaurante «Olde Salty» de Carolina Beach, en Carolina del Norte, desde el pasado mes de Septiembre.
Al principio algunos clientes aplaudieron la medida, otros decidieron buscar nuevos restaurantes dónde dejar su dinero, con todo la propietaria Brenda Ammes aseguró en Televisión Local, que su decisión le ha traido más clientes –no lo dudo tratándose del país donde los gatos y los perros reciben mejor cuidado que millones de niños en el mundo 😦
Kelly Chambliss no se quedó con la espinita, y pronto acusó a Ammes de discriminación hacia niños con discapacidades, específicamente a niños autistas, que al igual que el hijo de Chambliss, entre los varios síntomas conductuales que deben padecer se incluye la de gritos intempestivos y temporalmente incontrolables. Así que le aventó encima la Ley de Protección de Americanos con Discapacidades !Toma eso Olde Salty! 🙂
Este tema puede tener varias aristas, y aunque como madre me inclinó hacia los derechos de los niños por encima de todos los demás, y encuentro sumamente abominable la idea de un mundo donde los niños deban esconderse o silenciarse en pro de la traquilidad o extravagancias de adultos intolerantes; también puedo entender que no en pocas ocasiones la incapacidad de los padres puede transformar a un nene perfectamente normal y angelical en un verdadero diablillo, y convertir una velada tranquila y placentera en un pandemonio.
Así que a proposito del tema aquí les dejo unos consejillos del Dr. Richard Bromfield, autor de “How to Unspoil Your Child Fast: A Speedy, Complete Guide to Contented Children and Happy Parents” para que la aventura culinaria de los hijos sea una oportunidad de aprendizaje sin daños colaterales:
1. Llevar a los pre-escolares a restaurantes que les gusten y de preferencia «no caros».
2. Comparte su entusiasmo por la salida a comer por varios días.3. Camino al restaurant, dejale saber a tu hij@ de manera clara y casual, exactamente el tipo de conducta que esperas de él/ella: «Quiero que te portes bien, no desobedezcas, ni levantes la voz», etc., etc.
4. Ordena la comida (este consejo fue un WTF para mi, pero de cualquier forma lo comparto).5. Cuando el pequeñín, empiece a malportarse, gritar o armar relajo, levantate tranquilamente y abandona el restaurant (yo le llamó a esto: abortar la misión).
6. No termines tu plato. Si aún no te han servido tu platillo, retirate de cualquier forma. Si la comida acaba de llegar, no pruebes ni un bocado (pero no olvides pagar la cuenta ;D)
7. Tampoco pidas la comida para llevar.8 .Si los hermanos deben pagar las consecuencias de la conducta del «malportad@», está bien, no te mortifiques, es solo una comida, y el objetivo de modelar la conducta de tu hij@ es mucho más importante que eso.
9. Abandona el lugar, sin excusas ni explicaciones y sobre todo, sin coraje.
10. Camino a casa, no le grites al hij@ o lo castigues por lo que acaba de ocurrir. Lo único que vas a lograr es trasgredir el poder de la solidez de tu responsabilidad paterna.
NOTA IMPORTANTE:
Las reglas de Bromfield NO funcionan en niñ@s con complicaciones neurologicas o problemas sociales. Ya le estoy escribiendo a Bromfield para que nos mande sus reglas para lidiar con propietarios de negocios intolerantes y con nula responsabilidad social, pues cada vez vemos más.
Por lo pronto agregó una regla más:
#Si algún negocio te hace la vida dificil como padre o a tus hijos: RETIRATE INMEDIATAMENTE Y CUENTASELO A TODO MUNDO, para eso estan los blogs y las redes sociales y nuestro poder como consumidores, NO TE OLVIDES!
Gracias por leerme!
Absolutamente de acuerdo. No tengo hijos pero es lo de menos. Y me encanta que tengamos el poder de las Redes Sociales para boicotear a quienes nos destratan, se pasan de listos o inducen la discriminación. Buenísimo tu post. Me gusta leerte, por eso te leo.
Mil gracias por leerme y por tu lindo comentario! Una de las mejores herramientas para defender nuestros derechos son sin duda las redes sociales, no las perdamos! Te mando un abrazo.
Gracias Marga, está interesante el tema. Si creo que debemos de buscar lugares adecuados para ir con los hijos, pero me parece muy intolerante y ofensiva la medida de este restaurante. También, para que querer ir a algùn lugar en donde no eres bienvenido… Saludos!
Veo dos caras en este asunto.
Por un lado, los clásicos inadaptados sociales que prefieren excluir a las criaturas y a todo lo que los represente. «Esos», que me miran con cara de asco en las veredas porteñas mientras yo camino con mis dos hijas y mi bebé en carrito y tengo la caradurez de pretender pasar primero y no dejo que sus pobres yorkshires y/o caniches caminen a gusto. «Esos» que cuando cruzo una calle, me tiran su vehículo encima con cara de «correte, que si te atropello a vos y a tu prole, se me salta la pintura del 0km». Son gente inadaptada. Punto. Como la dueña del restaurancito ese.
Por el otro lado, padres que hacen que hoy los «chicos gritones» sean la excusa perfecta para los inadaptados del punto anterior. Excluyendo a niños con capacidades diferentes (autismo, problemas neurológicos o enfermedades de la conducta, etc), quienes para mi no entran en este asunto, claro.
Estos «chicos gritones» tienen padres que se comportan todos igual: siguen su tertulia, ignorando los gritos, los desmadres y despioles que sus chicos ocasionan. Es clàsico verlos conversar como si el hijo que hace lio fuese de otro y cuando ya se escucha ruido de vidrios rotos, tuercen levemente la cara pero sin mirar y dicen con un tono casi adormilado, «ay miamorrr, dejá de hacer lio porque nos vamos aaa caaasaaa eeeeh» y siguen con lo de ellos.
Mal combo: chicos sin lìmites + padres indiferentes.
Y estos son los casos que hacen que muchas veces un niño al que le «saltó la térmica» pase a ser calificado de «chico gritón». Señores, no es lo mismo! ¿Qué niño sano jamás hizo algún berrinche? Pues ninguno.
Entonces, como sociedad, creo que hay que cambiar todos un poquito. Los inadaptados, adáptense y dejen de hacer payasadas como ese bendito cartel. Y los padres indiferentes, empiecen a darse cuenta de que su hijo está pidiendo literalmente a gritos y en dónde sea QUE LES DEN BOLILLA DE UNA BUENA VEZ.
PD: Sobre las reglas, que están bastante buenas como guía, me parece a mi que el punto 3 debería ser el punto principal.
Lo peor es cuando la intolerancia está disfrazada de «modales», «buenas costumbres» o «respeto al derecho ajeno». Abundan personajes que ven la maternidad/paternidad como una especie de aberración de la cadena evolutiva, pero no les hagas una mueca a sus perritos mordelones, porque eso se convierte en un tema de justicia.
Te mando un abrazo Julie! Mil gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Marga
sin pedir la comida para llevar?… y luego que voy a comer? yo también hago berrinches si no como eh? jejeje
Si, como que los consejos de este doctor están sacados de la Terapia de Shock! Pero funcionan. Tu hija esta muy pequeña aún, pero en la etapa de los terribles dos hay días que te quieres dar topes contra la pared, es como lidiar con una persona con PMS y Menopausia combinadas, pero a la vez es divertido y tu hija/hijo empieza a ser realmente un/a compañerit@ espectacular.
Un Abrazo
Que buen post Marga, como madre de dos no puede sino caerme como anillo al dedo este tema. Una cosa me han enseñado estas dos hijas mias es que los niños son niños y nosotros el querer que se comporten como adultos es como ir en contra de su propia naturaleza, y cuando ya vemos que estan creciendo y por fin empezando a comportarse como queremos nos da la melancolia por que estan creciendo demasiado a prisa. Personalmente trato de evitar lugares lujosos con mis hijas, por que para que les voy a hacer pasar un mal rato a ellas(y de paso a mi) tratando de que se estan quietas y se comporten como robots, por lo menos lo d mi chiquita que atraviesa por los «terribles 2» ir a comer en familia se trata de pasar un buen rato donde cada uno de los miembros disfruten, sin tener que estar viendo las caras largas de otros comensales que no soportan los gritos de los niños.
SALUDOS!!
Mi hija también está en los terribles dos, y estoy de acuerdo contigo: el tema central NO debe ser !A dónde llevo a mis hijos para que no molesten a los clientes? sino, !Qué lugares tienen las condiciones idóneas para que mis hijos pasen un buen rato. Te mando un abrazo. Mil Gracias por dejar tu comentario,