Hace un par de semanas Mijita cumplió dos años, y entre el montón de regalos que gentilmente tuvieron a bien obsequiarles familiares y amigos, se encontraba una simpática Caja Registradora. Sí, una cosa de esas que usan en los mercados, pero en tamaño mini, en color rosado, con lector de código de barras, banda magnética para pasar la tarjeta de crédito (que también se incluye), y un cajón con monedas de plástico y «pancholares» (billetes de mentiritas).
Me causó sorpresa el regalo, pero de inmediato coloqué mentalmente el juguete en los «para cuando esté más grandecita», porque inocente que es la Insumisa, pensó que la Mijita no estaba aún consciente del poder del dinero, pero cual va siendo mi sorpresa cuando veo que la nenita de dos añitos apenas, pide abrir la caja de ipso facto, y no contenta con eso, tras revisar rápidamente su contenido, pone manos a la obra, sienta la caja registradora en el sillón frente a ella, mete el dinero en el cajón indicado, y con una agilidad notable, pasa la tarjetita de crédito por la banda magnética como si lo hubiera hecho toda su vida. (más…)