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Posts Tagged ‘MADRES INSUMISAS’

Encontrarme con gente retrógrada, siempre implica una significativa producción de ácidos gástricos que afectan directamente mi grado de tolerancia. Encontrarme con gente retrógrada en mi familia, es el acabo-se. Nada más desagradable y a la vez desalentador que saberme tenedora de los mismos genes que alguien a quién nomás el sentido común no se le da.

Hace unos meses, a empujones y estirones, acompañe a mi madre a una reunión familiar. Una de esas reuniones donde uno se encuentra  sorpresivamente emparentado con los más raros representantes de la especie humana, participando en rituales ancestrales y hartamente criticados cuando uno está lejos: Los hombres, cerveza en mano, postrados alrededor de una Cazo de Carnitas, mientras el experto cocinero originario de Tepatitlán Jalisco, y cuya ascendencia puede seguirse hasta los primeros habitantes del pueblo alteño, relata anécdotas de su juventud, defiende el cuadro que él propone para la selección mexicana,  y se queja del último gol que le metieron a las chivas, todo al mismo tiempo, sin perder de vista su preciado Cazo. (más…)

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Sr. Presidente:

Primeramente debo aclarar que reconozco el valor que ha tenido para enfrentar algunos de los más graves problemas del país y que su tarea es “titánica”, esencialmente porque en mi generación no creo que ha habido un Presidente mas solo en su oficio que usted.

Afirmo lo anterior, porque estoy convencida que no existe en nuestro país, dentro de ningún partido político, sindicato, organización, gobierno federal, estatal, municipal, ni en su propio gabinete, un solo individuo que anteponga a sus intereses personales los nuestros, los de los mexicanos.

Baso mis juicios en hechos tangibles por un lado y utilizando al máximo el sentido común que me han heredado mis padres, pues por mas que trato de encontrar una explicación lógica, no consigo que para mi tenga ningún sentido lo que le está  ocurriendo “a” nuestro país. Porque, usted estará de acuerdo en que debe haber algo profundamente mal en México, cuando:

Con más de la mitad de la población sumida en la extrema pobreza, diputados, senadores y todo cuanto se acerca a lo que debería ser el noble oficio de gobernar, no sean capaces de “sacrificar” al menos un porcentaje de los ya de por si elevados salarios que logran arrancarle al erario público. ¿Por qué no se les ha ocurrido crear un fideicomiso con esa “platónica” deducción a su salario, para proporcionar alimentos y medicinas a los más necesitados, en lugar de estar pensando en gravar con un impuesto, lo que ya esta fuera del alcance de muchos?

¿Cómo puede ser que un país como el nuestro, con los graves problemas económicos que la mayoría de los pobladores debemos enfrentar día a día, existan riquezas obscenas que se presumen  en los primero lugares de las riquezas mundiales, gracias a la falta de regulación y aplicación de leyes que defiendan el bien común, contra malas practicas empresariales, tarifas exorbitantes en servicios, contratos leoninos y servicios de pesima calidad?

¿Cómo es que con la situación de violencia que azota a nuestro país, los gobernantes no tomen en cuenta la desolación y el terror en la que viven muchas ciudades, sobre todas las fronterizas, y  continúen sin realizar su mayor esfuerzo para proteger a los ciudadanos, dejando al mando de las fuerzas policiales a individuos ineficientes e insensibles? Porque aquí no se trata de resolver un caso afirmando que “las víctimas tenían algún tipo de relación con los narcos”, y ya con esto misión cumplida. En verdad ¿les pasara por la cabeza el impacto social y psicológico tan brutal que esta racha de violencia está teniendo sobre todo en nuestros niños y jóvenes?

¿Alguien se ha puesto a pensar que hay ciudades en México, donde por más que intentemos proteger a nuestros hijos y no exponerlos a la violencia que se repite en los medios de comunicación, tenemos que explicarles que el ruido que acaban de escuchar proviene de un arma de alto poder?  O, ¿por qué los han tenido que sacar de su kinder a toda prisa en brazos de policías y elementos del ejército, en medio un tiroteo?

Algún diputado despistado por ahí, habrá hecho un cálculo, no definitivo, digamos a “ojo de buen cubero” de:  ¿Cuánto nos cuesta a los ciudadanos, la ineficiencia y corrupción generalizada en el “servicio público”, siempre apostando a nuestra incapacidad como pueblo para exigir más de nuestros gobiernos, de los servicios que pagamos y de la información (calidad de) que recibimos?

¿Cuántos recursos se podrían obtener para protección de los ciudadanos y combate a la delincuencia, si nuestros gobernantes se solidarizaran con su pueblo y redujeran el número y costo de escoltas y seguridad personal para ellos y sus familias? ¿Cuánto se gasta en este  rubro a diario?

Si se dejara de financiar a partidos políticos “de cartulina” que funcionan como negocios familiares, o cajas chicas de funcionarios ¿cuánto nos ahorraríamos los mexicanos sin este derroche?

Y a “los otros” partidos, ¿no se les podría reducir sus presupuestos, o cobrarles un impuesto tan costoso, que no les convenga operar a menos que exista una verdadera convicción de trabajar por México?

Alguna vez mi padre me dio un ejemplo de lo que él consideraba como uno de los actos mas desinteresados en Pro del desarrollo de un país, y este se encuentra en la historia post-franquista de España. A principios de los ochentas, unos años después de la muerte del caudillo, los partidos políticos de todas direcciones salen de la oscuridad, con claras ganas de imponer su proyecto político pospuesto durante tantos años de dictadura. Aquí esta la democracia, construyéndose, pero como toda buena construcción se requerían buenos cimientos, es decir un Acuerdo Nacional. Entonces, después de mucha discusión, mucha negociación y nada de acuerdo, el Presidente en turno sentó a los líderes de todas las fuerzas políticas actoras en este pedazo de historia, y sencillamente les dijo: “Señores, reconozco que cada uno de ustedes (usó el ‘vosotros’ pero para mi padre era demasiado meterlo a la narración), tiene su propio ideal de país y de camino para construirlo, sin embargo para sacar a España de esta gran crisis, tenemos que unirnos y acordar que el camino sencillamente es hacia allá”, dijo el mandatario señalando con su mano firme hacia adelante. Y fue así como todas las fuerzas políticas se unieron en un solo compromiso: sacar adelante a España.

La intención de esta anécdota no es compararnos con España, y menos cuando vamos por el Bicentenario de la Independencia, pero ¿no cree Sr. Presidente, que sería grandioso que algo así le pasara a México? que todos los políticos se olvidaran de egos e intereses personales y que por un breve instante pensaran en nuestro país, y que en ese breve instante todos acordaran que hay que jalar parejo, aliarse, olvidarse de acciones electoreras, de tranzas y corruptelas, de presupuesto para sus campanas, de licitaciones garantizadas para los suyos, y hacer lo profundamente humano y responsable: sacar este país adelante.

No tengo más recurso que la pluma y por eso le escribo Sr. Presidente, porque estará de acuerdo que “México es un pueblo al que rezar ya no le es suficiente para defenderse de su propio país”.

Con Atentos Saludos

Marga Britto

Acerca de mi:

Soy una madre, ciudadana común, que trabajó ardua y dignamente durante más de la mitad de su vida. Siempre pagué mis impuestos, jamás tuve problemas con la justicia, ni ofrecí ningún tipo de soborno o “mordida” para salir de algún apuro, ni pedí  favores para expeditar trámites. También puedo decirle que No vote por usted ni su partido, ni favorezco a ningún otro partido político, por lo que he mencionado en párrafos anteriores, sin embargo reconozco que actualmente usted es nuestro Presidente y que todos debemos trabajar por proteger la Institución y ustedes como gobernantes por representarnos dignamente.

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Hoy me he dado cuenta que es posible que haya sido un error no escuchar a aquellos que aconsejan no dejar ver televisión a los pequeños (incluyendo a mi marido, Mr. Maury). He notado últimamente que Mijita toma agua todo el día (literalmente),  y no quiere comer, y eso no se lo he enseñado yo. Tal vez, en lugar de preocuparme debería seguir su ejemplo, otro gallo nos cantaría en los veranitos.

Mi política ha sido medirle el consumo de televisión, y supervisar la calidad de los contenidos, enfocándome casi exclusivamente en TV educativa o pública. En Estados Unidos (desconozco si es asi en otros paises), los Medios Públicos, reciben importantes apoyos económicos, mayormente del ciudadano común y de organizaciones sin fines de lucro, así como de filántropos. Esto ayuda a que los medios públicos, generen y promuevan contenidos de calidad, y las noticias se produzcan “sin tendencias” (dentro de lo humanamente posible, porque está mas que claro que no hay medio perfecto, eso lo sabemos de sobra).

No obstante la supuesta prolijidad con la que he tratado de educar a un “ser” sin “actitudes consumistas”, a la sujetita en cuestión le importa un bledo, reconoce perfectamente a personajes que su madre considera estupidos y poco originales. No mencionaré nombres ni marcas para evitar cualquier demanda, pero baste decir que mijita me detiene en el supermercado para que le compre una “esponja que habla”, o para que la deje llevarse a casa la muñeca más cabezona del planeta (pista: es bilingüe y su mejor amigo es un mono).

¿Cómo se ha infiltrado el enemigo en mi casa? ¿Cómo no pude evitarlo?  Ya se que habrá puristas por ahí, queriendome gritar:  “tira la televisión a la basura”.  Pero sería una hipócrita al hacerlo, porque mi relación de amor y odio con los medios es tan fuerte, que estaría cometiendo casi un sacrilegio, esa es la gran incongruencia de muchos de nuestra generación (aquí me incluyo al 100%): queremos mejorar al planeta, pero no queremos perdernos de nada.

Así que mi gran pregunta filosófica del día es: ¿Qué tanto es tantito?

Entre nuestros amigos puedo encontrar todos los matices y extremos a los que se puede hacer uno en este tema de la tele. Unos de plano No tienen televisor en su casa, y no viven atormentados por que sus hijos no estén al día con las tendencias de los niñetes de hoy, todo lo contrario, sus hijos de 11 y 8 años tocan el piano, leen en tres idiomas, se la pasan regiamente con sus padres cuando están en casa. Otra amiga argumenta que el único momento en el que puede descansar y/o hacer algo más que cuidar que su infante no se meta en problemas con alguna travesura, es cuando lo pone frente al televisor a ver dibujos animados, es su “media hora de sanidad”, dice. La entiendo perfectamente.

La cuestión es tener la certeza de que en este caso quepa la connotada expresión: Todo con Medida; y si es que no aplica, saberlo antes de meter la pata y echarse uno encima la maldición del “adolescente enfurecido”, por ese pequeño error de padre primerizo.

Hace un par de años, la revista canadiense Adbusters (www.adbusters.org), publicó un experimento que consistía en un abecedario. Lo notable de este ABC era que cada letra correspondía a la tipografía o logotipo de una marca distinta. En este momento, me trago mi orgullo para admitir ante ustedes que pasé el experimento con mención honorífica: no me faltó reconocer una sola marca. ¿En verdad soy tan inteligente, o es que la publicidad que nos meten los medios, sin que lo solicitemos, tiene tanto efecto?

No lo sé, pero también puedo cantar todas las estrofas de un jingle de una publicidad de los años 70’s sin equivocarme en una sola nota. Hace fácilmente 30 años, que no he vuelto a ver esa publicidad.

Hasta el Próximo Jueves y Mil Gracias por leerme.

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mascaras(3)Autor: Ismael Dagostini (El Padre Insumiso)

Ayer mi hijo mudó un diente. Entre juegos lo perdió y lloró mucho porque “el ratón” no le dejaría una moneda. Por fortuna el ratón es un experto y no sólo le dejó su recompensa monetaria sino que el diente apareció mágicamente bajo la almohada.

La cara de asombro de un niño ante acontecimientos mágicos como éste es invaluable. Podría contemplar ese rostro todo el día sin cansarme. Por mi hijo soy capaz de hacer aparecer duendes, hadas, caballeros Jedi y hasta regalos en navidad.

Espero estar creando un balance, pues me parece importante contestar siempre con la verdad a todas sus preguntas. No me gustaría que algún día me reclamara el haberle mentido.

Acabo de ver un episodio de House MD donde una pareja tiene un bebé con genes tanto masculinos como femeninos. Ellos deciden operarle para hacerle varón. Ya en la adolescencia, en el hospital, se ven forzados a decirle la verdad. Sorprendentemente al niño lo que le molesta no es su condición, sino el que sus padres le hayan mentido tanto tiempo.

Así me sentí yo cuando me enteré que todo lo que nos enseñan de historia en la primaria es mentira. Recientemente, ayudando a mi hijo con una tarea, descubrí que el águila devorando una serpiente es una manipulación descarada. Según un foro de discusión de Wikipedia, el códice original sólo presenta a un halcón sobre un nopal. Sí, halcón (no águila) y sin serpiente, pues ésta fue añadida por el padre Diego Durán para simbolizar la derrota del pecado.

Eso de que la historia del país está en nuestra bandera es una burla. Cómo debo sentirme al saber que todo ese tiempo invertido durante la primaria en aprenderme la historia de México fue una pérdida de tiempo.  Entiendo que se manipulan los hechos para crear nacionalismo, pero llegar al grado de crear toda una cultura basada en mentiras… con razón estamos como estamos. Mira que llamar Padre de la Patria al hombre que en pleno grito de dolores exclamó “Viva la Virgen de Guadalupe. Viva Fernando VII” (el rey de España), ¿nunca Mexico?

Por eso dicen que la conquista la hicieron los nativos, la independencia los españoles y la revolución la seguimos haciendo.

En la página Metatube: 10 mitos de la historia de México, se pone en duda la existencia del Pípila, se dice que la Revolución Mexicana sólo fue la suma de varios alzamientos armados que incluso lucharon entre sí; que Benito Juárez no fue el único presidente indígena, además de que él no fue muy complaciente con los indígenas del país, y que ningún Niño Héroe se arrojó con la bandera. Así como éstas, podemos encontrar muchísimas falacias históricas que damos por hecho, por haberlas estudiado en la escuela.

Las maestras de la primaria probablemente creían lo que enseñaban. La sociedad entera cree lo que ha estudiado desde la infancia. Los gobernantes son expertos en manipulación, pero dudo mucho que ellos conozcan incluso la historia oficial de la primaria.  El engaño viene desde mucho tiempo atrás y, por desgracia,  los historiadores no son los autores más leídos en nuestro país.

Tenemos una historia pirata. ¿Qué le están enseñando a nuestros hijos?

Me pregunto cuánto más será mentira. Dicen que un pueblo debe conocer su historia para aprender de los errores del pasado, pero qué sucede cuando ese pasado es falso. ¿Dónde está el aprendizaje? Seguiremos siendo un país tercermundista si incluso las personas que contamos con una educación al menos básica, en realidad continuamos sumidos en la  ignorancia, pues no conocemos nuestra verdadera historia.

Yo me sentí culpable por introducir la fantasía en la relación con mi hijo. Sin embargo, creo que el juego y la fantasía tienen un papel importante en la maduración intelectual de un niño (El ratón de los dientes puede quedarse). Lo que sí resulta dañino es cuando nos hacen creer que ya no es juego, que es la realidad y resulta ser una o varias mentiras.

Jugar a la fantasía es una cosa. Vivir en la mentira es otra muy distinta.

Hoy voy a jugar con mi hijo a todo lo que se nos ocurra. El sabe qué es un juego. Y cuando me haga preguntas seguiré contestando con la verdad.

Sólo me gustaría saber cómo hizo el ratón para encontrar el diente perdido de mi hijo. Yo ya lo había buscado por todas partes.

Frases Célebres sobre la Verdad y la Mentira

Dr. Gregory House: Todos mienten.

Los Jesuitas: La verdad nos hará libres. (Se nota que no eran abogados).

Agente Mulder de los X-files: La verdad está allá afuera. (Sí afuera, pero ¿dónde?).

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No deja de sorprenderme la capacidad que tenemos los seres humanos para adaptarnos a las situaciones mas bizarras. En mi vida prematernal, viajar fue siempre uno de mis grandes placeres. Debo confesar sin embargo, que fui de esas personas detestables a quienes le fastidiaba profundamente ir sentada cerca, a lado, enfrente o atrás de algún niño, especialmente cuando a ese niño le daba la gana ser infeliz y hacernos infelices al resto de los pasajeros durante la totalidad del trayecto,  vocalizando su infelicidad en amplitud NO modulada, es decir con toda la capacidad permitida por sus pequeños pulmones.

Mi fastidio estaba muy lejos de ser sutil,  muchas veces tuve el descaro de pedir cambio de asiento en voz alta, y encima echarle unos ojos de pistola a los pobres padres, quienes de acuerdo a mi no tan amplio criterio, carecían de cualquier pista de capacidad para calmar a su nene gritón: “!!Por favor!! tengo que dormir!!! ¿Qué se está pensando esta gente?.— mi queja silenciosa de uso frecuente.

Ahora que hago memoria de aquellos tiempos no tan lejanos, me doy cuenta que mi bastardismo no tenía límites, ya que el simple hecho de estar detrás de una familia con niños pequeños, esperando el turno para documentar equipaje, era suficiente para ponerme del peor humor posible, y echarme a perder lo que podría haber sido un magnifico dia: “Ufff…..,  será posible que alguien pueda viajar cargando tantas mugres” (refiriéndome al número de bultos cargados por la familia en cuestión).“De veras que tener hijos vuelve a la gente lenta e idiota,: ¿porqué no se mueven?  ¿no ven que la línea está larguísima? ¿Van de vacaciones o decidieron mudarse al Este con todo y sus vecinos? ¡Toma tu tiempo cretino, no hay prisa, aquí te espero mientras persigues a tu chukie (el muñeco diabólico) por todo el aeropuerto!.—Estos son solo unos cuantos ejemplos, de la serie de barbaridades que cruzaban por mi cabeza.

Afortunadamente, la vida es cíclica, y hoy soy uno de esos padres, de los que solían fastidiarme tanto, en mi otra vida.

Payback

El mes pasado decidimos tomarnos unas vacaciones para ir a visitar a los abuelos de mijita, muy cerca del hogar de Dorothy (muy querido personaje del Mago de OZ).

Nos pareció que entre dos adultos sería muy fácil viajar con un infante, y además cumplir con todos los requisitos exigidos por aeropuertos, aerolíneas, gobiernos paranoicos y las buenas costumbres. Y en resumen así resultó nuestra primer experiencia como padres viajeros:

Día del viaje. Dos horas y Media antes del despegue.

Documentación de Equipaje:

3 maletas, una maleta por cada miembro de familia. Perfecto. 30 dólares por la primer maleta, 20 dólares por las subsiguientes. Como prefiere pagar? Tarjeta? Perfecto. Firme aquí, firma allá, aquí esta su recibo. Tan fácil como eso.

Equipaje de mano. Aquí se complica un poco la ecuación cuando viajas con niños:

  1. Asiento de coche para bebé, aprobado por FAA. Para información detallada, ver pagina de aerolíneas en el rubro de “viajar con niños”, pero si te da pereza aquí te va un tip rápido: prácticamente todos los asientos de “marcas reconocidas”, hechos en Estados Unidos, cumplen con este requisito. Además, NADIE TE REVISA el asiento, lo único que les importa es que entre por el hueco de la máquina de rayos X,  quepa en el asiento del pasajero y haya manera fácil de sujetarlo con el cinturón.
  2. Pañalera con todos los líquidos y cremas en frascos no mayores a 3 oz, y bien afiladitos dentro de bolsas de plástico transparente.
  3. Una bolsa de mano con todos mis artículos personales (no líquidos), incluyendo mi computadora, aunque esto de mencionar la computadora como artículo personal suena redundante, porque salvo un Tampón, no se me ocurre nada mas personal que puedas cargar como equipaje de mano.
  4. Mochila de “mijita” con libros y juguetes para combatir el aburrimiento y evitar escenas bochornosas que incluyan gritos y llantos (vamos a ver).

Total de bultos a cargar: 4 bultos mas el infante

“ I am on a plane, and I cant complaint”,

Tuvimos mucha suerte en que nos asignaran los asientos más perseguidos de la clase turista, esos que se encuentran inmediatamente después de las mamparas de privacidad para Primera Clase.

Nos acomodamos con muchos trabajos pues la cantidad de cosas que traemos con nosotros no nos permite la movilidad suficiente como para no estorbar de vez en cuando a los pasajeros que aún quieren llegar a su asiento y tuvieron la mala suerte de encontrarse con nosotros: los padres que viajan como beduinos y después de media hora, todavía no se enteran como sujetar el asiento de coche, al asiento de avión.

Debo decir que hasta ahora, mijita se ha portado como una “dama”. Todo ha estado perfecto con ella, hasta pasar por seguridad, y la quitada de zapatos y chamarras, y la chicharra del detector de metales, y la espera a que un agente femenino venga por nosotros a la cámara de revisión secundaria, etc., todo lo ha tomado como solo los valientes pueden. Yo estoy pensando que la gente no se ve tan molesta en estos días cuando la revisan de pies a cabeza, descalzos y con las miradas del resto de nosotros encima. Estoy pensando: ¿como es posible que nos hayamos acostumbrado a esto que tiene escrito por todos lados la palabra “vejación”?

Bueno, volvemos a la escena del avión, pero ya al momento previo del despegue, donde por fin ya estamos los tres acomodados en nuestros respectivos asientos, nuestro sentido común nos dice que mijita debe ir entre los dos adultos, pero el sentido común pronto se convierte en “error de principiante” cuando la azafata que realiza la revisión para el despegue, nos dice que la nena debe ir en el asiento de la ventanilla, y me pregunta si el asiento es aprobado por FFA.

“¿Qué se supone que debo contestarte guapa?: ¿que si no sabes tú, menos yo? ¿Que por mas veces que leí las instrucciones de tu aerolínea, para mi como si estuvieran en chino porque nunca me quedó claro? ¿Qué como es posible que me vengas a preguntar esto ahora que estamos a un minuto de despegar, cuando pasamos al menos por tres inspecciones en las que alguien pudo darse cuenta si era o no el autorizado, antes de subir al avión?”. Entonces le respondo con firmeza: sí, este es el asiento adecuado.

Por fin despegamos, y todo ha salido de maravilla, mijita ha estado disfrutando de su asiento en ventanilla, para ver por primera vez el mundo desde arriba y no desde abajo como lo ha visto desde que empezó a caminar.  Después una siesta, y justo a la mitad del vuelo:

La nena empieza a desesperarse, no la contenta ni el agua, ni las roscas de avena que tanto le gustan, ni nada, quiere bajarse de la silla y caminar, infelizmente estamos en medio de una turbulencia, así que eso de caminar no va a ser posible.

Su llanto no es tenue, de hecho creo que lo que está haciendo cuando lo hacen otros niños se llama “berrear”, es cuando empieza a morderme la culpa y mortificada recuerdo todas las veces que  desee ir en un avión donde no se aceptaran niños.

Pienso que en este avión, no faltará algún cretino que como yo en el pasado, ahora mismo esté deseando que pasen una regulación en la que se asignen vuelos “libres de niños”.

También, pienso que cambiaría todo el equipaje de mano, por un disfraz de payaso, que sería lo único que se me ocurre podría distraer a mijita de semejante berrinche, y que ojala cambiaran su rutina las aerolíneas y agregaran la siguiente instrucción en su guión:

“Favor de abrocharse los cinturones y ……ponerse los audífonos”.

No me queda otra que hacerle los 5 numeritos de emergencia (todos con la velocidad que solo se logra sintiendo la presión de la vergüenza pública):

  1. Pikabu. No resulta, ya se dio cuenta que no voy a ir a ningún lado, que estamos cautivas en una caja de aluminio sellada por todos lados.
  2. Dame 5. Tampoco resulta el choque amistoso de manita con manota.
  3. Popurrí de la abuelita rosa: arroz con leche me quiero casar, esta niña linda que nació de día, pon pon pon ( ya estoy cantando, debo estar realmente desesperada).
  4. El mono ahogado (inflar los cachetes y aguantar la respiración hasta ponerte morada), por la descripción, deben darse cuenta que ya estoy al borde del suicidio.
  5. La voz del hombre al que le pico una abeja en la lengua. No se porque le hace tanta gracia esto desde que vio la película de Adam Sandler: Bedtime Stories. Este numerito ha sido mi salvación esta vez, mijita esta sonriendo.

Por la narración de los eventos, podría inferirse que estoy viajando sola o que mi marido se mantiene inerte ante cualquier situación, todo lo contrario, desde que somos padres, nuestra vida se ha convertido en una constante carrera de relevos.

Hemos aterrizado, y no ha estado tan mal como esperaba. Mijita se encuentra placidamente dormida. Tratamos de recoger todas nuestras cosas con la mayor discreción posible, sin molestar o estorbar. De pronto dos chicas que todo este tiempo han viajado detrás de nosotros, me miran sonrientes. Les devuelvo la sonrisa de manera automática, entonces una de ellas se acerca y me dice en voz baja: que bien se ha portado tu niña. Le doy las gracias sin saber muy bien por qué. Y agrega: Porque el chiquillo de atrás no ha parado de gritar en todo el vuelo.

Me doy cuenta que nunca escuche al “chiquillo de atrás” y desde luego jamas debi darle las gracias a esa chica.

Gracias por leerme                                                       No olviden dejar su comentario aqui mismo.

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Aún no conozco padres que no se hayan desvelado con sus hijos (bueno si, ¡pero como si no los conociera!). Cuando mi hermana y mi cuñado nos dieron la noticia de que serían padres, la abuelita sabiamente les aconsejó: “Duerman todo lo que puedan, porque cuando nazca su hijo no volverán a dormir como ahora”.

Para no variar, como buena escéptica, pensé que tal consejo era mas bien una consigna de esas que suelen arrojarnos las madres, para mover nuestra admiración como hijos (o nuestra culpa) hacia la abnegada labor de habernos dado la vida (a propósito: ‘gracias por el detallazo Ma’).

¡Qué equivocada estaba!

Uno piensa que se ha graduado de la noble carrera del no dormir, porque la hija ya come a sus horas, durante el día duerme sus siestas con puntualidad británica, y por la noche se va a la cama religiosamente a las 9:00 en punto. Pamplinas!! Un buen día te levantas e ingenua crees que es como cualquier otro, y ¡zas!: no quiere comer nada, llora por todo, lo revisas desde todos los ángulos y no tiene ni un rasguño, ni fiebre, y ya tu rorro esta mas dientón que Topo Giggio, así que por los dientes no es.

Y como en la canción de Joaquín Sabina, “se dieron las 9, las 10, las 11 y las 12 también”…y el muñequito que llora, todavía quiere fiesta. Y la mama o el papa, o ambos, ya intentaron todo truco y consejo en existencia: que apaga la luz, que dale un baño, que bájale a la musiquita, que súbelo al carro y paséalo por todo el barrio, que dale un masajito, etc., etc., etc.).

En la misma situación hemos estado varias veces, pero esta ocasión tenemos una semana de épico desvelo. Hemos hecho de todo para que la nena se duerma a buena hora, y tras librar la mas enconada de las batallas, creyéndola finalmente ganada, la hijita decide que es hora de bajar todos los libros de su librero uno a uno, o de andar en su carrito, o pasear a su muñeca, que mas da, no importa la actividad, lo importante es poner a los padres en plan zombie.

Bueno, ha llegado a tal grado mi desespero que hasta torneos de golf he grabado para ponerlos la hora de dormir, con la cándida ilusión de que si funciona para mi, seguro la pondrán en estado circadiano en un dos por tres. Pero ¡nada! Ni un pestañeo, creo que de tanto Golf ya hasta le gusta Tiger Woods.

Esta situación parece ser para Houdini, Taurus Do Brasil, o ya de perdis Beto el Boticario, porque estoy pensando que a estas alturas solo un mago la manda a dormir.

En estas interminables noches de desvelo, he aprendido algunas cosas que me ayudan a evitar al máximo que me drene el insomnio y poder continuar al día siguiente. He aqui mis Reglas del Desvelo:

  1. Acéptalo, es parte del paquete.
  2. Mientras mas te esfuerces por que se den las condiciones para que duermas, menos lo vas a lograr. Es un “loop maldito”.
  3. Por lo que mas quieras, no cometas el error de aprovechar estos lapsos de insomnio para recordar lo chida que era tu vida antes de “esto”.
  4. Mucho menos, ponerte a pensar en todas esas cosas que podrías estar haciendo, porque…no las vas a hacer.
  5. Esto no es para siempre, considera “dormir” tu nueva meta a largo plazo.
  6. Y SI DE PLANO NADA SIRVE PARA CONSOLARTE, CUENTA LAS HORAS QUE HAS DORMIDO EN TU VIDA, CALCÚLALOS EN DÍAS Y LUEGO CONVIÉRTELOS A AÑOS. Veras que ya dormiste un montón.

Cuando después de esta odisea, finalmente se duerme y podemos descansar, no puedo irme a la cama sin antes dedicar unos minutos a observar a mi hija mientras duerme. Ayer cuando vi el reloj por ultima vez, eran las 2:00 a.m. y en mi cabeza resonaban las voces de Beasty Boys cantando: “You Gotta Fight….. for your right….. to paaaaartyyy…”.

Gracias por leerme. Hasta el proximo Jueves!

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El año pasado por estas misma fechas mi hija ya tenía cuatro meses, y era buen momento para socializar y empezar a poblar su futuro grupo de juego. La recomendación general nos llevó a buscar un grupo de “Mommy and Me” ( Mi mami y yo), lo cual fue sumamente fácil pues nuestro hospital auspiciaba uno con bastante éxito.

No se cómo funcionen otros, pero este Mommy and Me seguía una rutina consistente en: saludar y presentar a los nuevos miembros del grupo (madre y bebe), cantar y bailar la primer canción, cantar y ….bailar la segunda canción, cantar la tercer, cuarta, quinta, sexta y séptima canción y bailarlas todas. Al final del canta-show,  la coordinadora del grupo daba una plática sobre algún tema elegido previamente y relacionado por supuesto con “las maravillas de ser madre y lo especial y único de tu bebe”.

Desde el primer día supe que no pasaría la audición, no se me da ni la cantada ni la bailada y mucho menos sin perder de vista a mi retoño, y encima concentrar toda mi energía para “transmitirle todo mi amor a través de las dulces canciones infantiles”, si no conocía las canciones en español, mucho menos en inglés. Todo parecía tan armónico, tan sincronizado, todas y cada una de esas mujeres sabían perfectamente qué hacer, hasta los bebes de meses, me parecía que conocían  la letra de todas las canciones, era absolutamente intimidante. Pero ni mi hija ni yo seríamos el “patito feo” del grupo, era mi obligación moral y como madre, no darme por vencida y mostrarle a mi hija desde corta edad que no había reto imposible de lograr.

El primer intento fue todo un desastre, pues mi “energía” estaba enfocada a tratar de ir al menos en la misma dirección que el resto del círculo de alegres madres danzantes y no arrojarme por el suelo con todo y mijita.  Pero la cantada era crucial, algo debía ocurrírseme para por lo menos aparentar hacer lip-sync correctamente.

Entonces la epifanía tuvo lugar: ¡Por supuesto que conocía canciones infantiles! No en inglés, pero claro está que de peques mis hermanos y yo escuchamos todas las canciones del gran Don José Gabilondo Soler, alías Cri Cri. Tanto tocábamos sus discos (recuerdan los LP’s?), que volvimos alcohólico a mi padre.

Me emociono la posibilidad de dejar de hacer el ridículo frente al enorme grupo de madres, expertas y dedicadas, al que pretendía pertenecer, gracias a Cri Cri mi pequeñita empezaría a hacer amistades, y pronto contaría con un grupo de niños con quien jugar, y la invitarían a piñatas, y ella tendría sus cumpleaños llenos de niñitos de su edad, y después irían a la misma escuela, y……y….y……..

Mi plan era sencillo, cada canción tiene un tema central (el perro, el abuelo, los caramelos, la hora de dormir), en todos los idiomas es la misma historia, solamente había que encontrar en el catálogo mental que según yo guardaba gracias a mis recuerdos infantiles, la canción de Cri Cri que coincidiera con la canción que las demás mamis cantaban y hacer la permuta en el acto,  así yo podría bailar y mover los labios, ser aceptada en el Mommy and Me, y finalmente lograr el éxito social de mi pequeña hija.

Pero la secuencia de hechos no se dio exactamente como la imaginé en mi cabeza. Durante el maternal concierto las cosas sucedieron mas o menos así:

Grupo (canta a coro perfecto): “Two little monkeys jumping in the bed, one fell down and bumped his head….”

Voz Interior (en segundo plano): “negrito sandia, ya no digas tonterías…negrito sandia o te acuso con tu tía…”

Grupo (canta a coro perfecto y a todo pulmón): “Itsy, bitsy spider……”

Voz Interior, (en tercer plano y angustiada por no recordar la letra): “La patita, la patita, la patita, la patita. Um-um-um-um, ..algo de bolitas…na, na, na, na, na”

Grupo (continua cantando a coro perfecto, ahora se unen los niños al coro (en mi distorsionada imaginación)): “There was a farmer had a dog, and bingo was his name-o…”

Voz Interior (en cuarto plano, con la mente en blanco después de la siguiente mini estrofa): “Al perrito le duele la muela, gua gua gua gua gua gua gua”.

Grupo (cantando no solamente a coro perfecto, sino ya mi mente se adelanta a un final desastroso y ve en los rostros de estas mujeres risas humillantes) : “Humpy Dumpy sat on a wall…”

Voz interior (casi sin voz interior, con sudor frio en la frente, la mente sigue en blanco, no recuerda otra canción de cri cri, pero espera, creo que esta es): “Dale, dale, dale, no pierdas el tino,  dale dale dale….(que esta no es de cri cri)”.

La importancia de tener amigas

Al final del día, mi experiencia en Mommy and Me fue increíble, me perdonaron mi falta de talento e inexistente conocimiento musical, de hecho hubo quien se ofreció cantarle a mi hija una que otra nana, para que no le hiciera falta amor a la pobrecita.

Se organizaron actividades que enriquecieron la educación de nuestros hijos en los primeros meses, como ir al cine los lunes, a la función especial de mamás, donde a nadie le importa los llantos ni las pataletas, caminatas y días de campo, salidas al parque, clases de natación, lectura de cuentos en bibliotecas, etc.

Pero lo más importante es que contar con una red social y compartir tu experiencia y problemas con otras mujeres que al igual que tu, son madres por primera vez, y seguramente tienen los mismos miedos y se enfrentan a retos similares, te permite desarrollar una creatividad colectiva para prevenir problemas y resolverlos cuando ya están aquí. Se trata de saber que cuentas con  amigas para bailar al mismo son.

Mil gracias por leerme, hasta el proximo Jueves!!

Marga

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