Ya lo sabemos pero vale la pena repetirlo:
De acuerdo a un nuevo estudio realizado por científicos suizos, los niños que viven en un hogar donde alguno de los padres fuma, tienen mayor riesgo de padecer alta presión (sanguínea).
Después de analizar datos médicos de 4,200 niños entre 5 y 6 años de edad, concluyeron que aquellos que vivían con adultos fumadores tienen 21% más riesgo de desarrollar la peligrosa condición (alta presión).
El problema generalmente persiste hasta la madurez, y es el principal factor de riesgo en problemas cardiacos, de acuerdo a los investigadores. La prevención de este tipo de condiciones «debe iniciar durante la infancia» comentó a USA Today el pediatra y autor de este estudio Giacomo Simonetti, «así que fumar no es saludable ni para ustedes ni para sus hijos, es un hecho verificado que fumar incrementa la presión sanguínea».